En la actualidad, la construcción del sistema de
clasificación se realiza sobre las especies ya descriptas, con el árbol
filogenético ya construido. Una vez están determinados los clados del árbol
filogenético, la taxonomía es la ciencia que decide cuáles de esos clados serán
convertidos en taxones. Un taxón es un clado al que se le ha dado un nombre en
latín, una descripción (o circunscripción), al que se le ha asignado una
categoría taxonómica, que ha sido asociado a un "tipo", y que fue el
primero publicado con esa circunscripción o esa descripción en una revista
científica. Cuando ocurre todo esto, el taxón tiene un nombre "válidamente
publicado" ("disponible" en Zoología), ver en Nomenclatura.
La decisión de qué clados deberían convertirse en
taxones, y la decisión de en qué categorías taxonómicas debería estar cada
taxón, son un poco arbitrarias, pero hay ciertas reglas no escritas que los
investigadores utilizan para que el sistema de clasificación sea
"útil". Para que un sistema de clasificación resulte útil debe ser
manejable, y para ello debe organizar la información de la forma en que sea más
fácil de recordar. Judd y colaboradores (2002) coinciden en que:
1. cada taxón debe tener
evidencia fiable de que forma un grupo monofilético: para convertir un clado en
taxón debe haber muchas sinapomorfias que lo justifiquen, y debe
haber una cantidad de caracteres diagnósticos que permitan diferenciarlo del
resto de los taxones, lo cual ayuda a la estabilidad del sistema de
clasificación;
2. algunos sistemáticos apoyan la
idea de que cada taxón debe tener caracteres morfológicos obvios que permitan
identificarlo, lo cual ayuda a la identificación por los no sistemáticos y a
inferir muchos aspectos de su biología;
3. los taxones que componen un
sistema de clasificación deben tener, en lo posible, entre 3 y 7 subtaxones, un
número que puede manejar con facilidad la memoria humana (Stevens 1998 ). En las palabras de Davis y
Heywood (1963:83): "Debemos ser capaces de ubicar a los taxones en taxones
de categoría más alta de forma que podamos encontrarlos de nuevo".
4. Otro criterio es la
estabilidad de la nomenclatura.
Los grupos que ya han sido nombrados en el pasado deben continuar con el mismo
nombre en lo posible.
Una vez acordado qué clados convertir en taxones,
los sistemáticos deben decidir en qué categorías taxonómicas ubicarlos, lo cual
es arbitrario. Por razones históricas se utilizan las categorías
linneanas de clasificación: reino, filo o división, clase, orden, familia, género y especie (ver la sección de historia de
la taxonomía). Los mismos criterios utilizados para saber si nombrar un taxón
pueden ser utilizados para saber en qué categoría taxonómica ubicarlo,8 en especial el de la
estabilidad en la nomenclatura.
Los sistemas de clasificación que nacen como
resultado de la taxonomía tienen dos utilidades:
§
Sirven
como contenedores
de información.
Los científicos de todo el mundo utilizan los taxones como unidad de trabajo, y
publican los resultados de sus trabajos en relación con el taxón estudiado. Por
lo tanto los nombres
científicos de los organismos son la clave de acceso a un
inmenso cuerpo de información, disperso en muchas lenguas y procedente de
muchos campos de la Biología. "El nombre de un organismo es la llave hacia
su literatura" (Davis y Heywood 1963).
§
Permiten
hacer predicciones acerca de la fisiología, ecología y evolución de los taxones. Por ejemplo,
es muy común que cuando se encuentra un compuesto de interés médico en una planta, se investigue si ese compuesto u otros similares se
encuentran también en otras especies emparentadas con ella.
Fundamentos de la Clasificación |
Clasificación de la taxonomía |
Eso son todos los fundamentos de la taxonomía?
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